Con una inmensa gratitud, se llevaron a cabo las celebraciones correspondientes para honrar al santo patrono de nuestra Iglesia potosina, San Luis Rey de Francia, en la Catedral Metropolitana.
El día domingo a las 12:00 hrs. el 25 de agosto del presente año, se festejó con mucha alegría este momento tan esperado por todos los potosinos, presidió nuestro Arzobispo Mons. Jorge Alberto Cavazos Arizpe, en compañía del Sacristán Mayor de la Santa Iglesia Catedral Pbro. Francisco Javier Espinoza Ayala, el Pbro. Sr. Cngo. H. Lic. Luis Santiago Flores Lucio y sacerdotes invitados.
En su homilía, el Sr. Arz. recordó lo trascendental del primer mandamiento: “Este texto del Evangelio de San Mateo donde Jesús precisamente cuestiona el planteamiento en ese tiempo del judaísmo, le preguntan cuál es el mandamiento, la Ley más importante y Jesús les habla del amor, amarás a tu Señor Tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, tu mente, este es el más grande del primero de los Mandamientos, somos creados a imagen de Dios y que Dios es amor, el amor mismo, el amor profundo y perfecto.”
Al día siguiente, 26 de agosto, la santa Eucaristía fue presidida nuevamente por el Excmo. Sr. Arz. Don Jorge Alberto Cavazos Arizpe y concelebrada por un gran número de sacerdotes del presbiterio potosino. En esta ocasión dado que comenzaron su semana de formación y actualización, celebró a su vez, Mons. Jesús Carlos Cabrero Romero, Arzobispo Emérito de San Luis Potosí, y el Sr. Obispo Don Mario Medina Balam, de la Diócesis de Yucatán y quien dirigiría la formación de nuestros presbíteros.
“San Luis supo darnos ese ejemplo de vivir el Evangelio en las realidades temporales, ejemplo de poder promover los valores de la Revelación que Dios ha hecho en la vida de su pueblo, en la vida de su familia, en la vida personal”, mencionó el Sr. Arz. sobre el gran ejemplo del santo patrono de la diócesis. “Hoy hemos encontrado precisamente esa alegría que Cristo expresa sobre como se centra la Ley y los profetas en el amor”, citando el primer mandamiento. “Si vemos precisamente, si no se ama a Dios, si no se ama al prójimo nos quedamos en un amor encerrado o con intereses demasiados particulares”, destacó Mons. Cavazos advirtiendo lo fácil que es caer en la indiferencia, en egoísmos e idolatrías de nuestro tiempo.
Que Cristo el Señor que ha manifestado en San Luis Rey de Francia la fuerza renovadora del misterio pascual nos haga auténticos testigos de su Evangelio.